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"Ell@s" quieren controlarnos a "nosotr@s". Los gobiernos corruptos del mundo. Las llamadas asociaciones ´público-privadas´ entre gobiernos e industriales, militares y medios de comunicación. La élite gobernante. Las llamadas familias ´reales´ y las aristocracias del mundo. El Club de Davos. El Grupo Bilderberg. Los Illuminati. Se mire como se mire, son "ell@s". Y lo son. Y también, no lo son. Soy yo.
Soy yo, y eres tú.
Sí, las élites son dueñas del mundo, y alimentan sus propios estómagos, cuentas bancarias y hambre de poder. Y sí, ignoran los tuyos y los míos, con desprecio. No, ni siquiera con desprecio - no somos individualmente lo suficientemente importantes, en su opinión, para ser dignos de su desprecio. Sí, las élites bailan por encima de la ley y de la superficie cara-al-público de la sociedad, y comienzan guerras como les place, y hambrunas, explotan edificios, asesinan presidentes, bocazas y molestos entrometidos, inventan plagas y pandemias, y modifican con geoingeniería y genéticamente sin tener en cuenta ni siquiera a sus propios descendientes.
Un grupo encantador, de hecho. A diferencia de ti y de mí, que somos básicamente buen@s, ¿verdad? Tú y yo, que no pretendemos ser perfect@s; pero que tratamos de ser just@s, amables, razonables, de dar a los demás el beneficio de la duda; y que intentamos ser caritativ@s y benévol@s - es decir, que no somos mal@s como "ellos", sino buen@s, ¿verdad?
Pero profundicemos, profundicemos... porque al fin y al cabo, las respuestas a preguntas como estas darán forma a cómo nos relacionamos con la sociedad, con la política - con todo el mundo humano, ¿no es así?
Preguntémonos: ¿qué les motiva a "ell@s"? ¿Qué llamada siguen? ¿Qué susurra a sus almas? ¿Qué les tienta? ¿Qué buscan probar? ¿Y puede ser que si indagamos lo suficientemente profundo encontremos: que lo que les mueve a ell@s me mueve a mí, y a ti? ¿Que es sólo una diferencia de volumen y de escala? ¿Que la mala semilla que ell@s han regado abundantemente, está al acecho también en el suelo de nuestras almas? ¿Y que por eso se dice que “todo poder corrompe”?
II
Necesitaré que seas honest@ aquí, si vamos a profundizar. Necesitaré que desciendas de tu cabeza a tu respiración, y que estés list@ para sentir de verdad - no lo que te gustaría sentir, sino lo que sientes. Necesitaré que desaceleres el momento, hasta ahora mismo, antes de preguntarte...
¿Te gusta cuando te ignoran? ¿Te gusta cuando te quedas fuera? ¿Te gusta cuando la gente está de acuerdo contigo? ¿Cuando la gente no sólo está de acuerdo contigo, sino que te respalda y respalda TU forma de decirlo? ¿Te gusta tener la razón, y que la gente vea que tienes la razón? ¿Te gusta tener éxito, o prefieres fracasar? ¿Prefieres la pobreza, o la riqueza? ¿Te gusta verte atractiv@, o prefieres que te vean fe@?
Lo admito abiertamente. Si yo fuera Krishnamurti o el Buda, tal vez, no me importaría si me ignoraran, me desagradaran o me criticaran con saña. "Cada persona vive dentro de su propia percepción" diría, generosamente. "Cada persona tiene derecho a su propia perspectiva" diría, magnánimamente. Y permanecería en paz y centrado en mi propia percepción única y perspectiva legítima. Pero en realidad, me gusta más cuando la gente dice que las cosas que digo son geniales. Y me gusta menos cuando la gente dice que lo que digo es una mierda. Así que ahí está: la semilla. Llámalo la semilla del ego. Llámalo la semilla de la necesidad de poder. Llámalo la semilla, en última instancia, potencialmente, de la megalomanía. Llámémoslo como queramos: ahí está - dentro de mí - y dentro de ti también, sospecho (¿no es así?)
¿Y no te gusta controlar? ¿No consultas el reloj, no nombras los días, y no crees en los nombres de los lugares y las cosas? ¿No limpias y ordenas, y no tienes fe en la fecha, y no haces planes? ¿No haces valer tu legítimo derecho a lo que es tuyo, y no lo guardas? O como Jesús, ¿eres como un pájaro, sin sembrar ni cosechar, confiando en que tu padre celestial te alimentará?
Ahora el ego mismo, la semilla misma, intervendrá y objetará "sí, pero hay otros factores". Y por supuesto que los hay. "La semilla de la megalomanía podría estar latente en mi alma. Tal vez esté latente en todas las almas", argumenta, "pero también hay otras semillas. La semilla de un sentido saludable del yo. La semilla de la gratitud. La semilla de la conciencia. La semilla de la iluminación misma. ¡Y aquellas las estoy regando!"
Por supuesto, por supuesto... Pero si bajas la velocidad. Si no te opones demasiado rápido. Si haces una pausa y reconoces la semilla de la auto-importancia y el control, dentro de ti. Si reduces la velocidad y reflexionas honestamente, sobre cómo laHAS regado, al menos de vez en cuando, a lo largo de los años. Si admites que SÍ, al menos a veces, actúas por ego, y quieres ser vist@ como especial. Si recuerdas cómo SÍ elegiste las manzanas y las peras más frescas, incluso esta mañana, en el supermercado, para ti mism@, y dejaste las otras para otra persona... entonces la línea divisoria entre "ell@s" y "nosotr@s", entre "ell@s y tú y yo, empieza a disolverse.
Si puedes mirar a la cara tu propio miedo a la realidad, y reconocer tu propia necesidad de aferrarte, en este mundo de percepciones cambiantes... Si puedes admitir cuán neurótica es tu necesidad de fijeza, en este mundo, este cosmos, este universo - sobre el cual las explicaciones y los significados se deslizan y se transforman a través de las generaciones... Entonces lo encontrarás dentro de ti - lo verás también dentro de ti: el tecnócrata, el tirano - el que quiere el control total.
Ningun@ de nosotr@s es todo belleza, y ningun@ de nosotr@s es todo fealdad. "Ell@s" también han tomado buenas decisiones. "Ell@s" también han regado otras semillas dentro de sí mism@s. Ell@s también ven magnificencia en el mundo, a veces, y se maravillan, a veces. ¡No están completamente podrid@s - tal como tú y yo no somos todo abundancia, madurez y luz!
Y luego están las situaciones que heredamos, las circunstancias de nuestros nacimientos y crianzas... Y si hubieras nacido con aquel privilegio, o el beneficio de aquella injusticia, quién sabe... Y si hubieras pasado por tal o cual experiencia, quién sabe... .
III
Entonces, ¿qué concluimos? ¿Que tod@s somos tan mal@s como los demás y que, por tanto, las culturas humanas siempre serán corruptas, injustas y en guerra? Eso no es lo que concluyo yo. Concluyo que Somos Uno. Y que la construcción de "nosotr@s" y "ell@s" es en sí misma un producto de la semilla auto-importante, egoica y competidora. Una construcción santurrona, tan arbitraria y arrogante como el poder al que se opone. Y que con el soltar de "nosotr@s" y "ell@s" mi corazón se abre a tod@s - y que esta apertura es el camino.
Esto no significa ser ingenu@. Esto no quiere decir que no veamos a personas en posiciones de poder desvinculadas de su humanidad, intoxicadas de importancia, arrastrándose de cobardía, sin dignidad, tramando nada bueno, sonriendo mientras mienten entre dientes, inventando las crisis astutamente, justificando asesinatos masivos - convirtiendo todo lo que tocan en tragedia y angustia. Reconocer nuestra Unidad y permanecer abiert@s no significa volvernos estúpid@s.
Significa que admitimos que nosotr@s también, en la medida que sea, somos los tecnócratas que temen la vida y los tiranos que la controlarían, y que nos alejamos de nuestro terreno moral elevado. Significa que bajamos a la igualdad y continuamos siendo honest@s con nosotr@s mism@s. Por que, ¿de qué otra manera, sino en tal estado de ánimo, o forma de ser, o conciencia, podemos educarnos verdadera y auténticamente a nosotr@s mism@s y a nuestr@s hij@s en la igualdad y la honestidad? ¿Y de qué otra manera sino en tal atmósfera, o campo, o conciencia, podemos co-crear nuevas culturas honestas, de iguales? Mark the Mystic Activist Otoño 2022, Cataluña. t.me/tribusconscientes
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