¡¿VIVIR EN EL AMOR?! ¿TE HAS VUELTO LOC@?
¿Es posible transformar la cultura global dominante - sustituir su visión de nosotr@s como bio-mecanismos amorales - existiendo sin sentido en un universo sin sentido - por una visión de nosotr@s mism@s como criaturas de carne y amor - expresiones pensantes de un universo pensante? ¡La verdad es que no lo sé!
¿Es posible sacar a la cultura dominante de su trance de superficialidad? ¿Es posible revelar que su sueño de una humanidad cibernética es una pesadilla? ¡No lo sé! Pero, como he estado diciendo, creo que si vamos a intentarlo, si vamos a intentar "sembrar" culturas alternativas, entonces la calidad - la calidad de la conciencia - de esas semillas (Tribus) es lo más importante.
Y para que la calidad de esas Tribus sea verdadera y cualitativamente transformadora, tenemos que aprender a vivir como herman@s - tenemos que abrirnos l@s un@s a l@s otr@s con el mismo abrazo incondicional que much@s ofrecemos a nuestr@s herman@s biológic@s - aunque sean muy diferentes de nosotr@s.
Y creo que esto requiere una gran apertura porque la mayoría hemos sido condicionad@s a una forma de ser muy constreñida. No consideramos "normal" amar a todo el mundo. Tal vez esté bien que una (así llamada) "estrella" de la música grite "¡Os amo a todos!" al final de un concierto. Pero amar a todo el mundo en el supermercado, o en el tren - ¡eso sí que sería raro!
Si vamos más lejos, e imaginamos a un político proponiendo un programa de educación emocional para que la gente pueda Vivir en el Amor - podemos imaginar el asombro del público. "¿Ese político está drogado?" "¿Se ha vuelto loco ese político?"
Pero en mi opinión, amar a todo el mundo: mirar con dulzura y empatía a todo el mundo, apreciar su singularidad, y sólo querer para ellos que encuentren su libertad y su plenitud - es "normal" y natural. ¡Mira como l@s niñ@s y los animales aman indiscriminadamente!
Pero, ¿cómo puedo mirar con buenos ojos a l@s demás, si no me miro con buenos ojos a mí mism@ - y no dejo que los demás me miren con buenos ojos? ¿Cómo puedo apreciar la singularidad de los demás, si no me mantengo con valentía y humildad en la mía propia? ¿Cómo puedo desear que los demás encuentren la libertad y la alegría, si tengo miedo de las mías?
Tal y como yo lo veo - la apertura del corazón hacia el mundo comienza con la apertura del corazón hacia un@ mism@. "¿Hacia un@ mism@?” La propia frase sugiere la presencia de dos: de un@-que-ama y de un@ -que-es-amad@... Sugiere que puedo mirarme a mí mism@ - con este cuerpo, carácter, historia y condicionamiento cultural concretos - y criticar o admirar lo que veo.
¿Es así? Una forma de averiguarlo: ¡mirar! “Mirándome” a mí mism@. Este punto de vista ha recibido muchos nombres: conciencia, esencia, alma, centro, ser. Esta mirada es el primer paso crucial para comprender la Visión de las Tribus Conscientes - porque conduce al reconocimiento que se encuentra en el corazón de toda la Visión de las Tribus Conscientes de la transformación personal y colectiva. Y ese reconocimiento es la siguiente:
Que cuando me miro a mí mism@ con total y desnuda honestidad - cuando realmente me enfrento al espejo - cuando realmente me enfrento a mis auto-juicios y a mi falta de amor propio, y a lo poco generoso que soy con mi empatía, y a lo "normal" que me he vuelto - cuando realmente me enfrento a la fragilidad de mis creencias más queridas - cuando realmente me enfrento al hecho de que nadie más es responsable de cómo me siento, ni de las elecciones que hago - cuando realmente me enfrento a la tierra y al cielo y al tiempo, a mi soledad, y a lo poco que me enfrento a mí mism@ - veo que: sólo tengo la propia experiencia única de cualquier momento. Todas las realidades pueden estar interconectadas - pero yo estoy en la mía. Este reconocimiento lo llamo la "Honestidad Radical".
UN RECONOCIMIENT PARA UNIRNOS A TOD@S
En la Honestidad Radical veo que (incluso si me siento inseparablemente parte de todo) estoy percibiendo a través de mis sentidos, evaluando con mi mente, sintiendo con mi corazón - y veo que tod@s a mi alrededor (incluso si siento que Tod@s Somos Uno) están experimentando el mismo momento de manera diferente - a través de sus sentidos, mente y corazón. Me doy cuenta de que mi experiencia es única - de que nadie más, en ningún lugar, está viviendo exactamente la misma experiencia que yo.
Puede que para ti no sea así. Puede que para ti este reconocimiento no tenga sentido. Y eso, por supuesto, está bien. Pero permítame decir ahora que este reconocimiento está en el corazón de toda la propuesta de las Tribus Conscientes. En otras palabras, las Tribus Conscientes no son sólo cestas vacías en las que todo el mundo puede introducir su fe, o su falta de fe (como en la imagen del final del capítulo uno). Sí, en esa imagen se indica que tod@s y cada uno de los sistemas de creencias pueden encajar en el enfoque de las Tribus Conscientes (y así es) - pero debajo de la imagen están las palabras "cada un@ tiene su propia experiencia única y subjetiva del momento indefinible". ¡Un reconocimiento para unirnos a tod@s!
En otras palabras... alguien puede venir a la Tribu Consciente como, digamos, un Taoísta (creyendo que el Taoísmo es el más sutil, simple y bello de todos los caminos), y alguien más puede venir como un Ateo (creyendo que el Ateísmo es el más honesto, noble y valiente de todos los caminos). Pero ambos vienen (y tod@s l@s demás vienen) habiéndose dado cuenta, individualmente, por sí mism@s, de que sólo tengo mi propia experiencia única de cualquier momento.
Esto no es una afirmación filosófica. No es "nadie tiene nada más que su propia experiencia". No es una afirmación sobre otras personas, o sobre lo que es o no es posible. Es una constatación puramente personal. Es una afirmación sobre lo que un@ siente que es verdad, sobre un@ mism@.
Y la invitación, o propuesta, de las Tribus Conscientes es que este reconocimiento (1) les mantendrá unid@s como Tribu, (2) les llevará a una intimidad cada vez más profunda mientras la exploran junt@s, y practican relacionarse a partir de ella, y (3) templará y madurará las formas en que sostienen sus creencias.
Y también que, a partir de este reconocimiento, seguirán toda una serie de otros reconocimientos... Empezamos a sentir una profunda igualdad con todo el mundo. Al ver a l@s demás dentro de sus historias únicas, sentimos nuestra igualdad de dos maneras: que "somos uno" en el sentido de que nuestras Esencias son Una - que Una Conciencia se Manifiesta como Muchas - y en segundo lugar, en el sentido de que tod@s estamos en la misma situación existencial. Todo@s estamos experimentando subjetivamente - a través de nuestros cuerpos, corazones y mentes limitados y condicionados.
Empezamos a sentir que, por supuesto, tod@s somos herman@s - herman@s biológic@s y no-biológic@s. Sentimos nuestro propio momento presente. Sentimos el Misterio de Nuestro Propio Momento. Y sentimos el Misterio quizás-infinito del que formamos parte. Sentimos que Pertenecemos. Sentimos que, por supuesto, ¡Un Reconocimiento nos une a todos! ¡Sentimos que formamos parte de La Familia de Todas las Vidas! Y empezamos a ser menos "normales": empezamos a sentir un Amor Universal no-sentimental y no-romántico por tod@s, por todas las demás criaturas, y por la Existencia Misma.
Al mismo tiempo, a medida que nos asentamos más y más profundamente en estar-con nuestra experiencia (en lugar de ser arrastrad@s por ella) - todo un desfile de "interferencias" viene a nuestra atención. Vemos cómo nuestros juicios, enfados, miedos y vergüenzas crean "interferencias" que nos dificultan, a veces incluso nos impiden, permanecer-con nuestra experiencia real. ¡Y ahí está el reto! ¡Ahí está el Camino de la Tribu Consciente!
Cuando, al principio, nos damos cuenta de que sólo experimentamos nuestra propia experiencia, como estamos siendo honest@s con nosotr@s mism@s, también nos damos cuenta de que la mayor parte del tiempo no "experimentamos nuestra experiencia". Nos damos cuenta de que no sentimos nuestra pertenencia al Gran Misterio... mientras conducimos un coche, o en la oficina, o en la fábrica, o en casa, o en la calle... Nos damos cuenta de que, en general, vivimos escuchando la banda sonora de la mente - en un estado bastante insensible y mundano. Así que, de nuevo: ¡ahí está el desafío! ¡Ahí está el Camino de la Tribu Consciente!
UNA PRÁCTICA PARA UNIRNOS A TOD@S
Así que la propuesta de La Tribu Consciente no es una mezcla vaga, relativista (todo vale), new-agey de ángeles y velas, con un toque de terapia - ¡y una pizca de eco-autosuficiencia! Es un camino específico, arraigado en un reconocimiento específico - aunque, en mi opinión, es un reconocimiento universal que sólo requiere honestidad.
Los miembros de una Tribu Consciente están unidos en su reconocimiento de que cada un@ sólo tiene su propia experiencia en cualquier momento dado. Por lo tanto, están unid@s por la humildad, la igualdad y el respeto mutuo. No están enfocad@s en juzgarse, analizarse o terapeutizarse. Están centrad@s en sí mism@s, junt@s. Están unid@s en el Camino de la Honestidad Radical.
Y como vengo diciendo, la conciencia saca a la luz la inconsciencia. El compromiso con la presencia revela nuestra ausencia. La reconocimiento de nuestra igualdad pone al descubierto nuestros sentimientos de superioridad e inferioridad. La vitalidad y la alegría que compartimos como Tribu pone de manifiesto la desconexión y la torpeza con la que vivimos nuestros días...
Entonces, ¿cómo mantener a la Tribu en el Camino? ¿Y cómo seguir profundizando y abriéndonos? Además, cuando nos reunimos para formar una Tribu Consciente, cada persona aporta conocimientos, habilidades, recursos, ideas, preferencias, prejuicios, resistencias, ego, necesidades de las que es consciente, necesidades de las que no es consciente, etc. - lo que puede dar lugar a que las personas tiren en direcciones diferentes...
En este libro voy a hacer recomendaciones para ayudar a las Tribus Conscientes a unirse y vincularse, y empezar a viajar juntas. Pero quiero dejar absolutamente claro que sólo ofrezco estas recomendaciones como puntos de partida.
Por encima de todo, voy a recomendar que la Tribu se comprometa con la práctica-meditativa de-silencio-y-conversación de las Relaciones Conscientes. La Práctica de las Relaciones Conscientes comienza llevando la atención de cada persona a su propia experiencia única - y a la conciencia de sí misma como, a la vez, un individuo y parte-de-todo. La práctica se convierte entonces en una "meditación para dos" - y luego en una meditación para toda la Tribu. Aprendemos a encontrarnos, y a abrirnos l@s un@s a l@s otr@s, mientras permanecemos-con nuestra propia experiencia única.
Creo que es una práctica exquisita -que implica no sólo silencio, sino también conversación. Y creo que es una forma absolutamente excelente de hacer evolucionar la Tribu Consciente - porque es una meditación relacional. No es como la meditación Budista, por ejemplo (a la que no pretendo menospreciar en modo alguno) - que es individualista. (El Budismo en sí no es, en última instancia, una tradición individualista, por supuesto, porque nos devuelve a nuestra Unidad). Pero sugiere una forma individualista de meditar. Te sientas a meditar sol@. Mientras que la Practica de Relaciones Conscientes consiste en meditar en apertura a l@s demás - y aprender a relacionarnos en esa apertura - de Esencia a Esencia, a través de nuestras personalidades...
La Práctica de las Relaciones Conscientes está diseñada para ayudarnos a vivir en una consciencia conectada - no sólo para sentirnos conectad@s cuando meditamos, sino para ser capaces de mantener conversaciones, y comprometernos en tareas prácticas - y permanecer en ese estado de conexión. Después de todo, ¡estamos hablando de Tribus Conscientes que son microcosmos de las Culturas Conscientes que queremos co-crear!
He desarrollado y refinado la Práctica de Relaciones Conscientes a lo largo de muchos años, e imagino que estarás de acuerdo en que es una práctica extremadamente apropiada y relevante para una Tribu Consciente. Pero ofrezco incluso esta práctica como punto de partida - como una forma de experimentar lo que es encontrarse y relacionarse desde nuestra propia experiencia - como una forma de saborear ese campo energético presente e íntimo, inmediatamente, junt@s.
Luego, después de un tiempo, si queréis, podéis ajustar la Práctica de la forma que consideréis que mejor se adapta a vuestras necesidades. Llamo a este enfoque Forma Flexible (y hablo de él al final del capítulo "Encuentros de la Tribu, Recomendaciones"): ni adherirse rígidamente a una forma pre-establecida, ni revolotear de una forma a otra, sin profundizar en ninguna.
Creo que es importante valorar este enfoque desde el principio. No "estamos haciendo la Práctica de Relaciones Conscientes porque es la forma de hacer evolucionar una Tribu Consciente", sino "estamos haciendo la Práctica de Relaciones Conscientes, y sintiendo cómo se siente...". Si nos limitamos a repetir un formato establecido nos ponemos en la posición de "seguidores", ¡lo cual no es una posición muy empoderada! No sólo eso, sino que el formato puede perder vida rápidamente, y convertirse en una fórmula. En cambio, si probamos una práctica, y la evaluamos por nosotr@s mism@s, nos encontramos en una posición empoderada, con libertad de elección – y la práctica se mantiene viva.
También haré otras recomendaciones. Pero si hay "un reconocimiento para unirnos a tod@s" – el reconocimiento de que "lo úncio que experimento es mi propia, limitada, subjetiva y única experiencia" - entonces (al menos al principio, mientras la Tribu Consciente se está formando y encontrando su camino) yo diría que hay "una Práctica que nos une a todos" - La Práctica de las Relaciones Conscientes - una práctica que repetimos una y otra vez (¡porque estamos practicando! Una práctica que repetimos una y otra vez (¡porque estamos practicando!) - para volvernos gradualmente más poderos@s en nuestro compromiso de “experimentar nuestra experiencia” que las muchas-y-poderosas fuerzas que tiran continuamente de nosotr@s (desde dentro y desde fuera) invitándonos a volver a la desconexión inconsciente.
La Práctica de las Relaciones Conscientes nos abre a la Maravilla del Momento y al Amor Universal. Y es una experiencia que podemos "duplicar" - ¡con cualquiera que esté dispuesto! Así que puede que aún no hayas formado tu Tribu Consciente - pero ya puedes practicarla con tus amig@s, con tu familia biológica y con las personas que viven en tu localidad - y, quién sabe, ¡quizás tu Tribu Consciente se formará a tu alrededor!
*
Mark Josephs,
"Mark el Activista Místico"
Aragón, España,
Verano 2024.
Este artículo es el tercer capítulo de la (muy expandida) tercera edición de "Amor & Revolución"
(el texto central del Proyecto Tribus Conscientes),
que saldrá a finales de este año.
Podrás descargarlo gratis,
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